Un conocido de mi trabajo me dijo que en mi lugar no volvía a trabajar:
me quedé sin respuesta, porque todas las que se me ocurrieron eran para quilombo,
pero lo primero que pensé es:
- si crees que voy a caer en la ignominia de firmarte las recetas esperá tranquilo.
Recuperé lo que es mío.
Yo soy la mamá de Mercedes no su psiquiatra.
Si hubiera sido su psiquiatra otro gallo cantaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario