domingo, 3 de febrero de 2013

Caseros, batalla de

Es tan fácil reprochar, endilgar, denostar.Insultar. Entiendo las pasiones incontrolables que despierta este gobierno. Entiendo que han logrado su estrategia que parece lineal y de confrontación, como ha sido siempre en nuestra historia, pero cuando el humo de Maya se disipa se ve que es un laberinto.Y de los laberintos se sale por arriba.Porque en la discusión especular,nos quedamos en la nada que es donde nos quieren poner, por eso ya no comento en ningún blog ni diario, es patético. Es tan difícil tener una idea, ya nos quedamos secos, mi capacidad de asombro está anulada. Los comentarios son el eje de los blogs más visitados y son tristes intentos de ser el más ingenioso en denostar al otro. No se comenta el post, se va en un crescendo de vituperios hasta el post siguiente, que suele ser tan parecido al de hace dos años o tres. Porque el gobierno no cambia, sostiene el laberinto, juega a las escondidas, y ya me harté de decir - No vale,¡pido gancho el que me toca es un chancho! El tema órfico del cuerpo como cárcel del alma y el mito gnóstico del mundo como destierro; lo que en Valis de P.K.Dick se llamará "la Prisión de Hierro Negro". El Desencanto del mundo.Desde la ventana de mi prisión, la que me he fabricado con tanta pasión veo las flores de zapallo que serán mi almuerzo; hay demasiadas avispas y casi ninguna abeja. ¿ Dónde escuché que cuando no haya más abejas el ser humano tiene solo 5 años de sobrevida?

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