jueves, 21 de abril de 2011

Deshijada.

Es patético que un psicoanalista afamado no encuentre otra cosa que señalar que no existe palabra en español para la madre a la que se le murió un hijo. Y por esos treinta minutos cobre la tercera parte de un alquiler mensual.
En estas cosas no pueden nadar con los textos de Lacan. Se ahogan. El peso de los libros será la causa.
He buscado en el terapeuta a alguien que tenga experiencia de vida; que sea portador de sabiduría.
y encontré un portador de chapa, de títulos y honores que no tiene idea del momento en que estoy.Fuí a someterme a la aplicación vacía de técnicas vacías de sentido.

Me consoló ese cura anónimo que me escuchó realmente, en todo mi dolor, que se lo bancó, que escuchó tu historia y terminó diciendo inmolación.

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